Sobrepeso y obesidad

La obesidad es una enfermedad que contribuye a acortar la expectativa de vida, ya que ocasiona o agrava enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, artrosis y algunos tipos de cánceres.

Con la pérdida de peso, se mejoran todos estos problemas y, en definitiva, se mejora la calidad de vida.

En el desarrollo de la obesidad participan factores genéticos, metabólicos, hormonales y ambientales, siendo estos últimos los que podemos modificar. El grado de obesidad se establece a partir del Índice de Masa Corporal (IMC) que relaciona el peso del individuo en kilogramos con la altura expresada en m2 (IMC: peso Kg/ talla m2).

Recientemente, se ha establecido que el valor de la circunferencia de cintura se relaciona con el aumento de grasa a nivel de las vísceras abdominales y que dichos depósitos de grasa se asocian a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y/o metabólica como la diabetes tipo II o diabetes del adulto, cuando supera un valor determinado en hombres y mujeres:

  • en mujeres: se considera normal un valor de circunferencia de cintura igual
    o inferior a 80 cm.
  • en hombres: se considera normal un valor de circunferencia de cintura igual
    o inferior a 94 cm.

Una alimentación adecuada debe satisfacer diariamente todas las necesidades nutricionales e incorporar valores culturales, gastronómicos y de satisfacción personal. Sin embargo, en las sociedades desarrolladas los desajustes alimentarios son la principal causa de enfermedad.

Para que los diferentes sistemas del cuerpo humano se mantengan activos, se necesita un intercambio de energía. La energía es lo que permite por ejemplo, mover el cuerpo a través de la contracción muscular. Los alimentos proveen diferentes cantidades de energía que se miden en unidades denominadas kilocalorías. Según el tipo de alimento aportará mayor o menor cantidad de nutrientes y kilocalorías. Un alimento «vacío» es aquel que provee una gran cantidad de calorías y relativamente pocos nutrientes, (ejemplo: golosinas, bebidas alcohólicas).

Las necesidades energéticas de una persona son la cantidad de energía que debe ingerir a través de los alimentos para compensar su gasto calórico. El cuerpo no gana ni pierde grasa corporal cuando está en balance energético, o sea cuando el ingreso energético es igual al gasto energético. Para perder grasa y peso, se debería gastar más energía que la que se consume.

En nuestra clínica podemos ofrecerle un estudio completo que permita valorar su composición corporal y gasto energético y establecer unos objetivos que permitan:

  • perder peso a expensas de la grasa
  • preservar la masa magra
  • adquirir hábitos de alimentación saludables
  • mejorar la capacidad funcional y calidad de vida

Una dieta muy eficaz con la que estamos consiguiendo grandes resultados desde hace tiempo es la dieta proteinada.

La DP es una técnica científica de adelgazamiento hecha por médicos y para el uso bajo control médico.

Principios de la dieta proteinada

El principio básico consiste por una parte en aumentar el porcentaje de proteínas y por otra disminuir la tasa de hidratos de carbono (glúcidos) y de grasas (lípidos).

El aporte exclusivo de proteínas en forma de diferentes preparados, junto con la restricción casi total de azúcares y de grasas conlleva una cetogénesis y una neoglucogénesis, produciendo cuerpos cetónicos.

Suprimiendo glúcidos y lípidos creamos una carencia energética que produce: inhibición de la formación de grasas (lipogénesis) y la estimulación del consumo de grasas (lipólisis).

Ventajas de la dieta proteinada

  • Perdida de peso rápida = pérdida de volumen.
  • Pérdida casi exclusiva de grasas y protección de la masa muscular.
  • Sin efecto rebote gracias a la reeducación alimentaria.
  • Ausencia de hambre por el efecto anorexígeno de los cuerpos cetónicos.
  • Sensación de bienestar (por el efecto psicoestimulante de los cuerpos cetónicos).
  • Protección de la tonicidad de la piel y menor flacidez al mantener la masa muscular.
  • Facilidad de uso por el paciente. Es muy sencillo seguir la dieta.
  • Seguridad (método exclusivamente médico, análisis pre-dieta, complementación con vitaminas y complementos nutricionales) bajo control médico.

Hay que recordar que esta dieta debe hacerse siempre bajo estricto control médico en un centro autorizado.

Fases de la dieta proteinada

La dieta proteinada consiste en 6 fases principales.

La duración de las fases y/o la alternancia de estas, las marcará el medico según las necesidades de cada paciente.

Las fases 1-2-3 son las fases de pérdida rápida de peso, en las que nuestro organismo utiliza el metabolismo de las grasas, es decir que en esta fase se queman grasas para obtener energía, es la fase de mayores restricciones y control, pero también es una fase en la que el paciente se encuentra lleno de energía y de vitalidad, además de la motivación de perder el peso de forma rápida, ya que ve recompensado el esfuerzo que está realizando.

En estas fases 1-2-3 la dieta consta fundamentalmente de productos proteinados ya preparados, ricos en proteínas de gran aporte biológico y exentas de carbohidratos.

A partir de la fase 4 comienza la pérdida lenta de peso y el mantenimiento, cuya duración será igual o mayor a la de la pérdida de peso rápida, de este modo en cada fase vamos sustituyendo productos proteinados por alimentos y reintroducimos, pan, frutas, legumbres, pastas, arroz…. hasta que el paciente, sin darse cuenta, ha reintroducido en su dieta diaria todos los alimentos a lo largo del tiempo pero manteniendo su peso estable, a la vez que ha aprendido a comer de una forma crononutricional, saludable, y que le permite no recuperar los kilos perdidos.

Raramente nuestros pacientes recuperan peso, el mantenimiento es sencillo y agradable de realizar, las visitas médicas se van espaciando y los pacientes aprenden a manejar su alimentación prácticamente sin ayuda aprendiendo a comer.

Los productos proteinados que prescribimos son de las marcas más seguras y de mayor calidad desde el punto de vista científico.