Carboxiterapia

La Carboxiterapia es uno de los mejores tratamientos para combatir grasa localizada, celulitis y flacidez.

Por una parte debilita la célula del tejido graso por el traumatismo ejercido por la presión con la que incide, y por otra, mejora el intercambio gaseoso permitiendo que el oxígeno sea utilizado para las reacciones metabólicas, entre las que se encuentra la combustión de grasa, provocando una disminución del tamaño de la célula grasa y así una disminución del volumen del tejido graso, por tanto se reduce la grasa localizada.

También provoca un aumento de intercambio gaseosos, restableciendo la microcirculación aumentando la cantidad y velocidad de flujo sanguíneo, mejorando la celulitis.

Mejora enfermedades vasculares isquémicas, mejora la elasticidad de la piel y la producción de colágeno. Mejora las ojeras y bolsas del ojo y mejora la flacidez, estrías y marcas de acné.

¿Cómo se realiza?

La técnica es muy sencilla. Se realiza a través de un equipo especialmente diseñado que permite controlar la velocidad del flujo y el tiempo de inyección, así como monitorizar la dosis administrada. Se aplican varias inyecciones con una aguja de diámetro inferior a la de la insulina.

El gas difunde rápidamente a los tejidos adyacentes. No presenta efectos secundarios, salvo un ligero y fugaz dolor en la zona de aplicación y un pequeño enrojecimiento que perdura unos minutos.

Una vez finalizada la sesión se puede complementar con presoterapia o LPG para incrementar la difusión del gas a los tejidos adyacentes.

El número de sesiones es variable y depende de las características y necesidades concretas de cada paciente.

Una vez finalizada la sesión el paciente puede incorporarse a las actividades de la vida cotidiana.